ISCA ha sido pionera durante más de dos décadas en la creación, desarrollo y suministro de productos y soluciones innovadores y accesibles para el control de insectos en la agricultura. Creemos que es posible cultivar alimentos para un mundo en crecimiento sin dañar la naturaleza y sin poner en peligro la salud humana.
Sus productos utilizan biocomunicación para controlar y contener los insectos que causan daños a los cultivos, buscando siempre alternativas a la pulverización de insecticidas en las zonas cultivadas para lograr mejores resultados con menor impacto. Son respetuosos con el medio ambiente, ya que adoptan un enfoque que controla los insectos sin dañar el entorno. La biocomunicación contribuye a una producción de alimentos limpia, segura y sostenible.
En sus laboratorios de Brasil, EE.UU. y sus socios mundiales, ISCA desarrolla una serie de productos basados en los llamados semioquímicos, sustancias exhaladas por insectos y plantas. Gracias a estos compuestos naturales, los insectos saben con quién aparearse, qué plantas pueden atacar y cuáles deben evitar. Mediante el uso inteligente de feromonas sexuales, un tipo de semioquímico, es posible atraerlos a trampas, donde son eliminados mediante cantidades reducidas de insecticidas, o impedir su reproducción creando pausas de apareamiento para evitar que machos y hembras se encuentren.
Basándose en este enfoque innovador de las técnicas de atraer y matar, ISCA desarrolla productos que se utilizan ampliamente en cultivos extensivos como el algodón, el maíz y la soja, así como en cultivos intensivos como frutas y hortalizas en más de 30 países. Los productos están presentes en los manzanos del sur de Brasil y en los campos de soja de Mato Grosso, en los viñedos argentinos y en las granjas de dátiles de California o Arabia Saudí. En todo el continente americano, las soluciones que ofrece la empresa están cobrando cada vez más importancia en cultivos importantes como la soja, el maíz y el algodón.
El perfeccionamiento de los productos con la técnica de atraer y matar ha permitido utilizarlos en cultivos extensivos, como algodón, maíz y soja, y en intensivos, como frutas y hortalizas
Además de la agricultura, la cartera de productos también incluye la protección de los bosques, con soluciones eficaces contra los escarabajos de la corteza y la polilla gitana. Las plagas urbanas, como polillas y moscas domésticas, también se combaten mediante el uso de semioquímicos. En defensa de la salud pública, ISCA desarrolla tecnologías para combatir el mosquito Aedes aegypti, vector de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya, y el Anopheles, transmisor de la malaria.
Aplicación de Vectrax para combatir el mosquito vector de enfermedades como el dengue, el zika y la chikungunya, en un pueblo de Tanzania, África
En los últimos años, consumidores, empresas, organismos reguladores y gobiernos han incorporado definitivamente a sus agendas la defensa del desarrollo sostenible. Una nueva postura, que sitúa el uso indiscriminado de insecticidas como una práctica a superar. ISCA se enorgullece de estar a la vanguardia de estos esfuerzos.
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