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APIS BLOOM es un semioquímico que induce a las abejas a permanecer más tiempo buscando alimento en las flores. El producto está indicado para mejorar la polinización de los cultivos agrícolas. Un gran número de cultivos pueden beneficiarse del uso de APIS BLOOM, especialmente aquellos que dependen de la polinización para aumentar el volumen y la calidad de la producción.

Las flores de los árboles frutales se benefician de la aplicación del producto

Utilizar APIS BLOOM para mejorar la visita, permanencia y distribución de las abejas de la especie Apis Mellifera en los cultivos que se benefician de la polinización. De esta forma, es posible aumentar la calidad y la productividad. Las pruebas de campo demuestran que las almendras, las bayas, el mango, la manzana, el melón, el aguacate y la sandía obtienen excelentes resultados.

La plantación de brócoli en la región de Yuma, Arizona, EE.UU., ha aumentado la polinización con APIS BLOOM

El técnico aplica el producto sobre las plantas

El producto se coloca sobre las partes leñosas de la planta

Las abejas son atraídas cuando los volátiles del producto comienzan a dispersarse en el aire

Aplicar dosis individuales en el tercio superior de la planta. Distribuir las dosis uniformemente por toda la zona de tratamiento. En caso de duda, consulte a un técnico cualificado para determinar el momento y la dosis de aplicación correctos.

La dosis del producto se aplica en la rama de un manzano

Para obtener buenos resultados, la dosis debe aplicarse individualmente

APIS BLOOM aumenta el tiempo de búsqueda de comida de las abejas en el cultivo y también hace que la distribución de los insectos sea más uniforme en todo el cultivo y más homogénea en el área aplicada. El producto también aumenta el tiempo de visita y permanencia de la colmena en cultivos que no son preferidos por las abejas. Debido a esto, una buena polinización tiende a producir frutos de mejor calidad y un aumento de la producción.

Polinización sin tratamiento

Polinización con APIS BLOOM

Abeja de la miel

Apis mellifera

Apis Mellifera es la abeja más extendida en el mundo entre las 20.000 especies identificadas por los investigadores. De ellas, 1.678 especies fueron cartografiadas en Brasil, resultado del cruce de abejas europeas y africanas y también de especies originarias de Asia, por lo que se denominan híbridas. Se cree que hay más de 2.500 especies repartidas por todo el país. En la cabeza de la Apis mellifera hay cinco ojos, dos de ellos compuestos y tres simples, llamados ocelos, y antenas. Éstas tienen sensores responsables de tres sentidos: el oído, el olfato y el tacto. También en la cabeza hay dos glándulas, que disuelven la cera y producen la jalea real que es el alimento de la abeja reina y de las larvas criadas en las celdas reales o reinas. La corbicula es un compartimento que existe en las hembras y sirve para recoger y transportar el polen. Los machos, en cambio, no tienen esta característica porque no trabajan, sólo tienen función reproductora. El aguijón también es una especificidad de las hembras porque se encargan de la defensa de la colonia. Las abejas obreras A. mellifera se desplazan entre las flores y acaban tomando, sin querer, los granos de polen de la propia flor y entre las flores. De este modo se produce la fecundación y la fructificación. Reservan el néctar en la región del estómago conocida como vesícula melífera. El polen se adhiere de forma natural a la corbicula, una parte de las patas traseras de la abeja, conocida como la cesta del polen. Las abejas obreras señalan con feromonas las plantas que ofrecen más recompensas, como el néctar. Así funciona la inteligencia de comunicación entre estos insectos. Cuando marcan las plantas, las obreras ayudan a sus compañeras a ahorrar tiempo y energía porque van directamente a las plantas que han sido marcadas. Las abejas desempeñan un papel importante en la producción agrícola de todo el planeta. Son responsables de más del 70% de la polinización de las plantas, lo que significa que son fundamentales para la producción de alimentos en el mundo. Las abejas obreras viven hasta 40 días o hasta cinco meses en climas fríos. Los machos, con diez días de vida, son expulsados de la colonia y viven unas tres semanas; si copulan con una reina, mueren poco después. Las reinas viven de dos a cuatro años.